sábado, 5 de mayo de 2012

Desde la paleta de Orlando Arias, luz y múltiples colores recorren Europa


Por: Ricardo Rocha Guzmán
Licenciado en Comunicación, Artista Plástico
Revista dominical del periódico “La Patria”.
Abril 1de 2007 - Oruro, Bolivia








               Orlando Arias Morales, es un pintor que inició sus primeras armas dentro la pintura en Oruro, por la década de los 80. Su taller estuvo ubicado en las calles Adolfo Luna Pomier y Montesinos.

               Juntos realizamos un periplo cultural por tres países trasandinos, Perú, Ecuador y Colombia allá por el año 1986. Recuerdo que en Lima compartimos una tertulia inolvidable con el mas importante escultor peruano Víctor Delfín. En su palacio taller (en la zona de Barranco), el maestro Delfín pronosticó cual era el destino de nuestro arte, que como jóvenes buscábamos propagarlo  por el mundo.
 
             Sin duda sus pronósticos fueron auspiciadores, al observar lo que llevábamos envuelto en cartones y plásticos nuestras pinturas, exclamó; “Muchachos pero esto es arte”, inmediatamente muy conmovido nos obsequió estuches especiales para embalar las obras. Luego de degustar exquisita comida y beber un buen vino francés, paseamos cada espacio del palacio de Delfín y nos “embriagamos” observando verdaderas obras de arte que el maestro producía para sus próximas exposiciones en Francia e Inglaterra.
 
                E
l contacto fue bueno para abrir nuevos espacios tanto en el Perú como en Ecuador y Colombia, nos recomendó entrevistarnos con Oswaldo Guayasamín en Quito y antes de despedirnos manifestó “buena suerte muchachos, seguro estoy, que el camino que les toca recorrer es grande y su arte los llevará muy lejos ¡ah! si se encuentran con Guayasamín coméntenle que estuvieron con Delfín” dijo; con un fuerte abrazo nos embarcó a su limosina, para trasladarnos a la terminal de buses y partir rumbo al Ecuador. Obviamente que después nos encontramos y también compartimos con el maestro Oswaldo Guayasamín, pero esa es otra historia que merece ser contada y escrita, será en una otra ocasión oportuna.




              Después de pintar en el Ecuador y realizar muchas exposiciones, decidimos separarnos y Orlando se afincó en Colombia por largos años, cosechando éxitos artísticos importantes, no solo en el país de residencia,  extendiéndose  mas allá de ella; Costa Rica, Panamá, Venezuela y México, valoraron la obra plástica de este pintor boliviano.

                       
El salto por el trasatlántico rumbo a Europa

               A finales del 2003 Orlando da su primer salto por el trasatlántico para llegar a Europa y participar de la 4ª Bienal Internacional de Arte Contemporáneo en Florencia, Italia, sin duda un gran espacio para expandir su arte esta vez por el viejo mundo.


               En febrero del 2004, nuestro coterráneo fue invitado a realizar una exposición individual en la Asociación Italiana de Cultura y Deporte (AICS) del Palazzo Pretorio di Sesto Florentino en Florencia, donde recibió elogiosos comentarios por la atmósfera plena de luz y múltiples colores de sus cuadros. Esta misma crítica resaltó que “pinta con el alma, transmitiendo fuertes emociones, intensas y preciosas tonalidades, los colores que usa transmiten ganas de vivir, alegría, fantasía e imaginación”.

               Más tarde, el maestro se traslada a España y decide afincarse en ella y  participar en la XIV Salón de Artes Plásticas ACEA’S de Barcelona, donde obtiene una mención de honor.


               En la muestra colectiva de la Galería de Arte Crisolart de Barcelona, donde fue invitado a exponer en julio del 2004, llamó la atención por la temática y el manejo de color de sus cuadros, recibiendo favorables comentarios tanto de la crítica como del público.





               La crítica especializada


              Hoy; Orlando es un artista que ha ganado el aplauso de la gente y la crítica a escala mundial. Su obra se distingue por el excelente tratamiento del color y de la luz, dentro de un estilo que comprende tendencias neofigurativas, surrealistas, impresionistas y expresionistas.


               El matutino “El Colombiano” en su sección cultural del 11 de octubre de 1990 destacó una exitosa exhibición afirmando que Arias “es un acuarelista boliviano autodidacta en su formación plástica y que gran parte de su obra se encuentra en Latinoamérica, Europa, EE.UU.,... éste es un pintor bastante maduro en su creación, sus oleos, acuarelas y dibujos reflejan con especial dramatismo espiritual la fuerza con que capta al hombre y el paisaje andino”.


               A propósito; el poeta, escritor y crítico de arte colombiano Federico Villegas,  escribe; “el hombre de hoy, muy a pesar del pintor que quisiera plasmarlo con las dimensiones positivas del ser humanista, es todo lo contrario, está derrumbado, atraído por el oro que lo encandila y lo emborracha de frivolidades, le hace perder el equilibrio y lo convierte en robot y computador, lleno de fichas y fechas, lejos del calor y del aliento humano”.


               En España la periodista María Eugenia Román, destaca que “Orlando Arias es un buen dibujante, compositor de atmósferas y experto colorista, su obra es la de un trabajador infatigable y silencioso en una búsqueda que realiza con habilidad a través de su pensamiento, creatividad e imaginación”. Prosigue; “Arias ha dejado atrás sus temas andinos y se ha imbuido ahora en una temática más contemporánea y universal. Haciendo una crítica a la sociedad actual refleja en sus cuadros un mundo automatizado representado en formas de robots”.





               La felicidad plena, solo es posible cuando llegamos a ser libres


               En nuestra comunicación vía Internet con Orlando le preguntamos ¿qué opina de esta nueva experiencia y cual la obra que su paleta prodiga lo lleva por el mundo? “Estoy pintando una nueva serie denominada “robots” que tiene dos interpretaciones: la primera se refiere al mal uso que los seres humanos le dan a la tecnología ya que ésta es puesta en contra nuestra, para autodestruirnos.  La segunda; representa al hombre desde la concepción, trato de explicar plásticamente, que a partir del vientre materno comenzamos a ser programados, con el pasar del tiempo tanto en la escuela, como en el cotidiano vivir, seguimos la directriz que impone la sociedad. Somos una pieza más de la maquinaria social y si aparece alguien que piensa y actúa diferente es considerado loco, peor si va contra los intereses de esa maquinaria. Entonces; es atacado e ignorado, he ahí el origen de todos nuestros males. Tenemos una mente robotizada, considero que es necesario reconocer a la naturaleza humana como tal, despertar a una vida libre de ataduras, aquella que nos esclaviza y nos hace víctima de la ignorancia, esa es mi opinión de la vida y de lo que trato de representar en mi obra, porque; la felicidad plena, solo es posible cuando llegamos a ser libres”, finaliza.

               El maestro Orlando Arias, para quien la pintura es una necesidad vital, en su extenso bagaje dentro de la plástica exhibe con destreza una cromática rica en expresiones y simbolismos, investigando nuevas técnicas y contenidos.

               Sin duda, la crítica y los galeristas europeos han sabido reconocer el innegable talento de Orlando, considerado como un vigoroso pintor latinoamericano, y su obra ya está en manos de los mejores coleccionistas del viejo continente.

               Próximamente Orlando participará en la séptima edición de la Feria de Arte Independiente en Madrid “FAIM” y en el mes de Junio de este año realizará una exposición individual, con treinta obras de su nueva producción, en la galería Artecovi de Madrid - España.




1 comentario:

  1. Realmente muy linda la anecdota que cuentan, debe haber sido genial poder compartir una comida en el taller del delfin, felicitaciones por todo lo logadro a ti y a orlando

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